Cannabis y la educación. Programas y recursos
En los últimos años, con los millennials convirtiéndose en los principales consumidores del capitalismo y comenzando a ocupar puestos de liderazgo mundial, los prejuicios con respecto al cannabis han ido desapareciendo. Esto llevó a reformas en la legislación de su posesión y consumo, y, junto con estos avances, también a cambios en la forma en que se aborda el cannabis en el ámbito educativo.
Prejuicios en la sociedad
Por casi un siglo, se fomentaron mitos y prejuicios equivocados con respecto a la planta de cannabis. La humanidad ha utilizado la planta por miles de años, desde el 3000 antes de cristo, con propósitos recreacionales, medicinales y religiosos. Pero durante el siglo XX, la mentalidad de la sociedad cambió; se divulgaron falsedades y conceptos sin respaldo científico que llevaron a la mayoría de los países a catalogar al cannabis como una sustancia ilegal.
Ahora, cada vez más países legalizan o despenalizan el consumo de marihuana, y es cuestión de tiempo para que la mayoría del mundo acuerde la regulación del cannabis en vez de su prohibición.
Cannabis en las instituciones
Uno de los cambios más importantes en la sociedad se ha dado en las instituciones educativas, que ya han comenzado a hablar de cannabis con los alumnos. Diversas organizaciones y grupos están desarrollando programas educativos para informar a los estudiantes sobre los riesgos y beneficios del cannabis, así como para fomentar un consumo responsable y seguro.
Estos programas abordan temas como la adicción, los efectos a largo plazo de su consumo, y las leyes y regulaciones. Al proporcionar información precisa y basada en evidencia, estos programas ayudan a los estudiantes a tomar decisiones informadas y a evitar los riesgos asociados con el consumo inadecuado de la marihuana.
Capacitaciones
Además de la educación sobre su consumo responsable, el cannabis se ha convertido en un tema de estudio en varias instituciones académicas. Hay escuelas y universidades que ofrecen cursos relacionados con la planta, incluyendo estudios sobre su historia, efectos médicos y legales, así como su impacto en la sociedad. Estos cursos proporcionan una comprensión más profunda y brindan oportunidades para la investigación y el avance en el campo de la ciencia y medicina.
Información al alcance
Otro recurso valioso son las bibliotecas y bases de datos especializadas. Cada vez más bibliotecas están agregando colecciones y recursos sobre el cannabis, lo que facilita a los estudiantes y profesores acceder a información actualizada y confiable. Estas bibliotecas especializadas incluyen libros, revistas científicas, informes de investigación y otros materiales de fuentes confiables que ayudan a derribar mitos y aprender de la ciencia moderna.
Aplicaciones móviles
Asimismo, la tecnología ha desempeñado un papel crucial en la difusión de información. La aparición de aplicaciones móviles y plataformas en línea ha facilitado el acceso a información y proporcionan datos sobre las cepas de cannabis, los perfiles de cannabinoides, las dosis recomendadas y los métodos de consumo. Además, algunas de estas herramientas también incluyen seguimiento del consumo y diarios para ayudar a los usuarios a controlar y gestionar su consumo de cannabis.
Fuentes confiables
Si bien la tecnología y el uso de internet han facilitado el acceso a la información, no todas las fuentes deberían ser valoradas del mismo modo. Siempre es recomendable obtener datos de fuentes confiables y verificables. Por eso es importante que desde las propias escuelas y universidades se enseñe a los alumnos dónde y cómo obtener fuentes fidedignas.
Ventajas de un cannabis legal
En los países donde el consumo de cannabis está despenalizado, tenemos la suerte de poder acceder a asociaciones cannábicas o clubes donde el personal está capacitado para asesorarnos. Por ejemplo aquí en Barcelona, las “asos” son un espacio seguro donde podemos consumir y conocer gente con interés afín, pero además donde podemos aprender o consultar expertos en el tema.
Por otro lado, la legalidad del cannabis permite al consumidor conocer los contenidos exactos de los productos. Con una buena regulación de etiquetado que comunique los porcentajes de compuestos y cannabinoides, cada persona sabrá lo que está consumiendo y podrá elegir mejor lo que su cuerpo tolera o necesita.
